miércoles, 18 de mayo de 2011

A 3 días del "fin del mundo"

El 21 de mayo 2011 es el último de una larga línea de predicciones sobre el fin del mundo. ¿Qué es lo que impulsa a los fatalistas, tanto religiosos como seculares?

Girando y girando en un círculo creciente
El halcón no oye al halconero;
Las cosas se deshacen, el centro no puede sostenerse;
La anarquía se ha desatado sobre el mundo,
La marea de sangre se ha desatado, y en todas partes
La ceremonia de la inocencia se ahoga;
Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores
Están llenos de apasionada intensidad.
-William Butler Yeats, "The Second Coming"

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
-Hechos 17:30-31


Ese día es el sábado, 21 de mayo, dice el cristiano evangélico de "Family Radio" asentado en Oakland, California, Harold Camping. Según sus cálculos, el 21 de mayo de 2011 marca el comienzo del fin del mundo, cuando Jesús regrese a juzgarnos a todos y ser partícipes del arrebatamiento. ¿Cómo llega Camping a esta fecha? Génesis 7:04 dice que "pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice." Siete días son en realidad 7.000 años porque en Segunda de Pedro 3:8 señala que un día es como mil años. (Aunque al parecer, esos 40 días no son 40.000 años de lluvia.) El diluvio desató su lluvia de terror en 4990 antes de Cristo, por lo que si se agregan 7.000 años menos 1 (porque no había año cero), se llega a 2011. Camping afirma que el 21 de mayo es el día 17 del segundo mes del calendario hebreo, del cual se determina la cronología bíblica del diluvio. Por lo tanto, el 21 de mayo es el Gran Día.

Si todavía está vivo el Domingo 22 de mayo, significa que usted no es uno de los elegidos. Pero todavía puede haber tiempo para arrepentirse antes de Octubre 21, cuando el final físico del mundo suceda. ¿Qué pasará cuando esat profecía tampoco se cumpla? (Camping previamente había pronosticado el 6 de septiembre 1994 como el Día del Juicio.) Estos agoreros tienen muchísimos recursos. (Me refiero a esto en ambos sentidos -de acuerdo a GuideStar.org, que controla los activos sin fines de lucro, la organización de Camping vale más de $100 millones, recaudando nada menos que $18 millones en el 2009). No sólo que no admiten cuando se han equivocado, sino que se afirman en la verosimilitud de sus creencias, convirtiendo su falsa profecía en un acontecimiento exitoso con racionalizaciones como estas:


Error de cálculo de la fecha.
La fecha fue una predicción suelta, no una profecía específica.
La fecha fue más una advertencia que una profecía.
Dios cambió su decisión en respuesta a las oraciones de los miembros.
La profecía era sólo una prueba de fe para los miembros.
La profecía se cumplió físicamente, pero no como se esperaba.
La profecía se cumplió espiritualmente, pero no fue reconocida.

Así es que la profecía del primer siglo que, según el evangelista, hizo Jesús (en Mateo 16:28) "De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino" no atenuo en lo más mínimo la creencia de la Segunda Venida de los últimos dos milenios. Cientos de predicciones se han hecho, con los Testigos de Jehová, posiblemente, manteniendo el récord de mayor cantidad de fechas falladas: 1874, 1878, 1881, 1910, 1914, 1918, 1920, 1925, y otros hasta 1975.

En los últimos tiempos, un caso clásico de estudio en la psicología es "La Gran Decepción" de 1843, que se desarrolló después de que William Miller llegó a estar "plenamente convencido de que en algún momento entre el 21 de marzo de 1843 y 21 de marzo de 1844 ... Cristo vendrá a llevarse a todos sus santos con él." Llegó el 21 de marzo de 1844, y nada pasó, esta gran decepción temporal fue seguida por un recálculo recalcitrante de una nueva fecha, misma que se convirtió en el "décimo día del séptimo mes del año sagrado judío", es decir el 22 de octubre de 1844. Cuando esta nueva fecha pasó sin efecto, un discípulo de Miller anunció que "nuestras esperanzas y expectativas han sido destruidas, y un espíritu de llanto se apoderó de nosotros como nunca habíamos experimentado antes. Lloramos desconsoladamente hasta que el día amaneció." Ese discípulo fue Hiram Edson quien, después de la conclusión de que Miller había leído mal el libro de Daniel, determinó que el Sabbath se celebraría el sábado, el séptimo y último día de la semana judía, y pasó a convertirse en el líder de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Pero los religiosos no son los únicos que tienen el monopolio del apocalipsis. También hay seculares que pronostican el fin de los días, desde Karl Marx con el fin del capitalismo y hasta el fin del historia de Francis Fukuyama, un armagedón natural y artificial provocado por la superpoblación, la contaminación, el invierno nuclear, los virus genéticamente modificados, el Y2K, las llamaradas solares, planetas rebeldes, agujeros negros, colisiones cósmicas, los cambios polares, súper volcanes, el agotamiento de los recursos, la nanotecnología descontrolada, y en particular, el calentamiento global. En su libro "Nuestra Hora Final", el astrónomo británico Sir Martin Rees, reduce nuestras posibilidades de sobrevivir al siglo 21 al 50 por ciento. El año pasado, el famoso Stephen Hawking, advirtió a la humanidad de que el contacto con los extraterrestres podría significar nuestra esclavitud o la extinción.

En todas estas profecías apocalípticas -religiosas y seculares- hay una sensación de miedo y esperanza, y aquí radica la clave de su atractivo. Para la mayoría de los verdaderos creyentes en el fin del mundo es en realidad una transición a un nuevo comienzo y una vida mejor. Para los practicantes de la religión, Dios destruye a Satanás y a los pecadores y resucita a los virtuosos. Para los laicos, el bien triunfa sobre el mal de mil maneras dependiendo de que profecía del fin del mundo uno prefiera. Las feministas radicales han profetizado el día en que el patriarcado se derrumbará y los hombres y las mujeres vivirán en una armonía igualitaria. Marxistas proyectaron al comunismo como el clímax de la liberación que consta de seis etapas de proceso evolutivo que termina con el colapso del capitalismo. Los demócratas liberales proclamaron el fin de la historia cuando la Guerra Fría fue derrotada por la democracia y la libertad. Y, más recientemente, el mesías del Tea Party es John Galt, el héroe ficticio creado por Ayn Rand, quien lidera una huelga de los hombres de mente, obligando a la civilización a derrumbarse en la anarquía, de las cenizas de la que los héroes resucitarán a una "Atlántida" en la Tierra. En la escena final del apocalíptico libro, la heroína Dagny Taggart se dirige a Galt y pronuncia "Es el fin." Él le corrige: "Es el comienzo."

Sea cual sea la circunstancia o contexto, el resultado es el mismo: la destrucción es seguida por la redención. ¿Por qué? ¿Qué es la psicología subyacente del apocalipsis? Existen tesis que indican que formamos nuestras creencias por una variedad de razones subjetivas, emocionales y psicológicas, en el contexto de los ambientes creados por la familia, amigos, colegas y la cultura. Después de formar nuestras creencias, las defendemos, justificamos y racionalizamos con una cantidad de motivos intelectuales y explicaciones racionales.

Al enfrentar la confusión y la aniquilación necesitamos la restitución y la tranquilidad. Queremos sentir que no importa cuan caótico, opresivo, o malo el mundo es, todo resultará bien al final. El apocalipsis como fin de la historia es aceptable con la creencia de que habrá un nuevo comienzo.





Fuentes:
The Wall Street Journal
The Believing Brain por Michael Shermer
Wikipedia

jueves, 12 de mayo de 2011

Petroleo, impuestos y subsidios en los Estados Unidos

Existen frases que escuhamos en nuestra niñez que se han grabado en nuestra memoria permanente, bien sea por el impacto que causaron en nuestras frágiles y cuasi vírgenes mentes, o por lo repetitivas que resultaban ser. Una expresión que causó esos dos efectos en mi, fue la trillada "Estados Unidos tiene la prosperidad que vemos porque allá se paga impuestos". Sin miedo a equivocarme creo que mucha gente perteneciente a mi generación escucharon por lo menos a una persona pronunciar esta frase, que por lo general surgía en respuesta a la desatinada idea de comparar al Ecuador con el país mas poderoso del mundo.

Mis mayores siempre me decían que la única forma de superarnos como nación era pagando impuestos, que nuestras paupérrimas carreteras y servicios básicos eran producto de nuestra incultura fiscal y de la corrupción. Que si pagábamos impuestos teníamos el derecho de exigir a los burócratas a trabajar por nosotros ya que eran nuestros gravámenes quienes subsidiaban su sueldo. Que los impuestos bien fiscalizados nos darían buenas carreteras y desarrollo, entre otras cosas.

Hay que reconocer que nuestros mayores tenían razón, Estados Unidos fue por mucho tiempo un ejemplo de disciplina fiscal e inversión social. Lastimosamente debido a muchos factores, en especial al excesivo gasto militar y al populismo republicano - campeones en reducir los impuestos a los más ricos -, la unión americana sufre hoy de un déficit enorme.

Pero hay algo en esta crisis que molesta sobremanera al pueblo estadounidense y es el subsidio con créditos fiscales a las grandes empresas petroleras. Con un precio de $4 promedio por galón, las petroleras en conjunto han alcanzado una cifra de 200.000 millones de dólares en ganancias en lo que va de este año 2011. A eso hay que sumarle otro gran número: 4.400 millones de dólares en créditos fiscales.

Según un estudio realizado por el "Center for American Progress" (Centro para el Progreso Americano), Exxon Mobil, la petrolera mas grande de este país y además la compañia mas rentable del Top 500 según la revista Forbes, paga en promedio menos impusto a la renta que el ciudadano promedio de los Estados Unidos.



Como vemos en el gráfico, la tasa efectiva de impuesto a la renta para el ciudadano promedio es de 20.4%, mientras que ExxonMobil luego del crédito fiscal termina pagando 17.6% de tasa efectiva. Si a eso le sumamos que el promedio por galón de gasolina es de $4 y sigue en aumento, ¿No les parece inaudito que los republicanos exijan continuar con la disminución de impuestos?

Mientras tanto la inversión pública se ha visto cortada drásticamente debido a la crisis; está documentado que los más ricos de este país pagan los impuestos más bajos de nuestra generación y hay empresas como General Electric que no pagan nada al estado por impuesto a la renta, mas bien reciben.

Estados Unidos poco a poco se va convirtiendo en tercer mundo frente al avance de países como Suecia, Noruega, Suiza, Alemania, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, entre otros. El lema de este país era "We are number one", pero la triste realidad es que la unión americana dejó de ser número uno en todo, salvo en lo militar y deportivo. En algunos índices económicos, educación, desarrollo humano o salud ni siquiera está entre los Top 10 del planeta.

Fuentes:
http://www.americanprogress.org/issues/2011/05/tax_man.html
http://money.cnn.com/galleries/2011/fortune/1104/gallery.fortune500_most_profitable.fortune/index.html
http://thinkprogress.org/2011/04/09/main-street-richest-taxes/
http://www.huffingtonpost.com/huff-wires/20110512/us-oil-industry-tax-breaks/

sábado, 16 de abril de 2011

Un escéptico en Jesuslandia

Soy un escéptico cuencano que reside en la Florida, estado conocido coloquialmente como parte de "Jesuslandia". A este amplio sector se le llama además el "cinturón bíblico", es decir, todos los estados Sur Orientales de los Estados Unidos de Norteamérica mayoritariamente habitados por cristianos evangélicos. Si bien estoy ubicado al sur de la Florida, considerado mas "liberal", es en el norte de este estado donde se hallan la mayor cantidad de cristianos de diferentes denominaciones.

De acuerdo con el reciente
censo nacional celebrado en el 2010, el 76% de la población de este país se denomina cristiana. De ese 76%, 51% corresponden a los cristianos no católicos, es decir protestantes de las diferentes ramas del calvinismo, luteranismo, metodista, etc.

Los cristianos protestantes de este país se caracterizan por interpretar la Biblia literalmente. En su mayoría son conservadores de "raza" blanca simpatizantes o afiliados al partido republicano. Muchos de estos cristianos consideran incuestionable que la Tierra fue creada en 6 días, tal y como es narrada en el Génesis, y que a lo mucho, tiene entre 6.000 y 10.000 años de antigüedad, ajustándose a la
cronología de Ussher, autor de este cálculo excéntrico y que ganó mucha credibilidad en sus días (siglo XVII).

Hoy en día sabemos que la Tierra tiene mucho más de 6.000 años. Los científicos calculan que aproximadamente la edad de nuestro planeta oscila entre 4.5 y 4.6 mil millones de años, bastante más viejita a lo narrado en la teoría excentrica de Ussher. A estos ingenuos creyentes se les conoce como "Young Earth Creationists" o "Creacionistas de la Tierra Joven". Richard Dawkins hace una interesante analogía con respecto a la creencia de los fundamentalistas: "Asegurar que la Tierra tiene tan solo 6.000 años de antigüedad es como decir que la distancia entre Nueva York y San Fransisco es de 28 pies."

La ciencia ha logrado demostrar la edad de nuestro planeta a través de sus diferentes métodos, no llegando a existir ningún tipo de controversia cronológica entre la comunidad científica. Pero existe una corriente de fundamentalistas cristianos que intentan equiparar la teoría científica con esta mitología e introducirla a las aulas escolares. A través de los senados y congresos estatales, estudian la promulgación de leyes que alteren el pensum escolar y propongan al creacionismo como una alternativa a la Teoría de la Evolución o del mismo Big Bang.


En el estado de Tennessee existe un congresista republicano llamado Frank Niceley, quien es uno de los impulsadores de estos nuevos proyectos de leyes educativas cristianas. El Sr. Nicely llegó a dar un
discurso en apoyo a su proyecto de ley en el que asegura, sin tapujos, lo siguiente: "
Creo que si hay una cosa que todos en esta sala podemos estar de acuerdo sería en que Albert Einstein era un pensador crítico. Era un científico. Yo creo que probablemente podríamos estar de acuerdo en que Albert Einstein era más inteligente que cualquiera de los maestros de ciencias en nuestras escuelas secundarias o universidades. Y Albert Einstein dijo que un poco de conocimiento te llevaría hacia el ateísmo, mientras que un conocimiento más amplio a su vez te guiaría hacia el cristianismo."

Es conocido que muchos políticos de diferentes tendencias ideológicas usan cualquier artimaña dialéctica para llevar el "agua a su molino", pero lo que es bastante común entre los políticos republicanos es mentir o atribuir frases sesgadas a personajes históricos de este gran país. Asi no más, sin el mínimo pudor.

El Sr. Niceley -que de
buenito no tiene un pelo- atribuye falsa y descaradamente esta frase a Einstein. En realidad el genio alemán de la física jamás dijo nada cercano a esto, mas bien fue Francis Bacon quien aseguró que "
un poco de filosofía inclina la mente del hombre al ateísmo, pero la profundidad en la filosofía trae la mente de los hombres hacia la religión." Albert Einstein se declaró agnóstico, es decir no tenía la certeza de que existiera un dios, muchos menos el dios judío-cristiano. Inclusive dijo sentirse atraído hacia el dios de Spinoza que en cierta forma se asemejaba al panteismo. Entonces, sabiendo de que parte "comulgaba" el creador de la Teoría de la Relatividad, mal podría haber dicho una frase tan irreal. Si bien este genio del siglo XX no se consideraba ateo, tampoco era cristiano y mucho menos un creyente fundamentalista.

La manipulación dialéctica de políticos malintencionados que pretenden introducir su agenda religiosa a como de lugar, cala profundamente en las mentes menos educadas. Es fácil para ellos citar fuera de contexto o atribuir frases inventadas a personajes históricos que se consideran líderes en su campo. De esta forma la agenda de Niceley gana peso político por el argumento de autoridad, una falacia lógica también conocida como Ad Verecundiam, que a su vez se ve terriblemante agravada por el malévolo intento de endosar
a Einstein una frase sesgada y falsa. Lastimosamente estas mentes menos educadas no son lo suficientemente críticas como para dudar del congresista y verificar si el físico alemán en verdad dijo algo semejante. Los creyentes fundamentalistas carecen o tienen muy poco pensamiento crítico. Son ingenuos y manipulables, en especial por aquellos políticos que comparten sus creencias religiosas.

La primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos garantiza la separación de Iglesia y Estado, lastimosamente
la Corte Suprema falló que esta ley es inaplicable a gobiernos estatales o locales, aunque es aplicable a los hechos federales City of Boerne v. Flores,521 U.S. 507 (1997). Es decir los estados pueden aplicar leyes religiosas locales que afecten a la educación pública sin que esto signifique violar la Constitución.

Con todo lo expuesto llego a la conclusión de que si los creyentes fundamentalistas quieren enseñar el creacionismo como una teoría alternativa al Big Bang y a la Teoría de la Evolución, me parece justo que enseñemos la teoría de la cigüeña como opción contrapuesta a la reproducción sexual y al embarazo.



Fuentes:
http://thinkprogress.org/2011/04/15/tn-rep-einstein/
http://en.wikipedia.org/wiki/Albert_Einstein%27s_religious_views

http://en.wikipedia.org/wiki/Demographics_of_the_United_States#Religions_of_American_adults

http://www.gallup.com/poll/118937/republican-base-heavily-white-conservative-religious.aspx

http://es.wikipedia.org/wiki/James_Ussher
http://www.nasa.gov/centers/goddard/news/topstory/2003/0206mapresults.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Primera_Enmienda_a_la_Constituci%C3%B3n_de_los_Estados_Unidos